A pesar de que el PVC es un compuesto halógeno que por sí mismo tiende a extinguir el fuego, los aditivos que se incluyen suelen tener el efecto contrario. Un ejemplo de aditivos que nos afectan en esta propiedad son los plastificantes pues se encargan de reducir el índice limitante de oxígeno, o por sus siglas en inglés LOI. Es verdad que existen otros aditivos diseñados para reducir al mínimo dicha afectación y que seguramente nuestros técnicos pueden asesorarle al respecto.
Los retardantes a la flama para PVC son utilizados para contrarrestar dicha afectación y usualmente se ocupan para aplicaciones flexibles. Estos se ocupan para la fabricación de cable eléctrico y/o aplicaciones eléctricas para así mejorar el tiempo de escape en el caso de un incendio.
Estos retardantes a la flama para PVC ayudan a los formuladores a cumplir con los estándares de la norma ANCE o UL en las pruebas de flamabilidad de tipo V o H. Su dosificación varía según las especificaciones requeridas.
Dentro de los retardantes a la flama para PVC es el más conocido por su alta relación costo/beneficio y su efectividad de acabar con el fuego sin alterar las propiedades dieléctricas del producto terminado. Es un fino polvo, muy volátil, por lo que se recomienda utilizar equipo de protección respiratorio apropiado. Normalmente se ocupa con los fabricantes de cable o algún otro producto en contacto con energía eléctrica, como el EPDM o hule, para ganar tiempo de escape durante algún incendio. Excelente producto al ser utilizado con nuestros supresores de humo, pues junto hacen un efecto de sinergismo. Es importante considerar que este producto tiene cierto poder de pigmentación blanco.
Se recomienda mantener este material en lugares secos y bien cerrado una vez abierto el empaque. El exceso de adición puede ocasionar efectos contrarios a los deseados. Es importante utilizar equipo de protección para evitar inhalar partículas finas.
Durante el proceso de mezclado este material puede tomar tiempo en integrarse a la mezcla. Su adición debe de ser antes de cualquier aditivo que pudiera evitar su correcta absorción con el PVC.
Es un plastificante líquido de tipo secundario que por su contenido de cloros ayuda a extinguir la flama. Es un producto que ayuda a cumplir pruebas básicas de resistencia al fuego, sin embargo, para propósitos de regulación se recomienda el trióxido de antimonio u otros subsitutos. Su manejo es fácil y tiene cierta compatibilidad con el PVC, aunque no solvata/plastifica al igual que un plastificante primario.