¿Porqué debemos dar mantenimiento frecuentemente?
En el mundo de los plásticos se pueden encontrar una infinidad de procesos para transformar las materias primas en productos terminados para diversas aplicaciones. Las empresas adquieren equipos para PVC ideales que les permita cumplir con sus niveles de operación y que les garantice un producto terminado de acuerdo a las demandas del mercado.
Bajo el entendimiento que los equipos para PVC debieran estar ocupados todo el tiempo, pues lo opuesto supone un costo para la empresa, estos se encuentran bajo constante desgaste y por lo mismo un paro de mantenimiento regularmente es algo que se debe planear con mucha antelación, al menos que signifique de una reparación urgente.
Hay casos en empresas donde los programas de mantenimiento preventivo ni siquiera existen y se hacen sólo las reparaciones indispensables y/o cotidianas para tener al equipo funcionando. Lo que no se percatan es que, al no hacer un mantenimiento a fondo, la actividad operativa se complica con el paso del tiempo y provoca que los objetivos, responsabilidad del gerente de producción, sean más difíciles de cumplir. Debido a que estas reparaciones no se denominan de carácter urgente y además suponen un alto costo económico, se cae en el famoso dicho: “Si funciona así para que arreglarlo”.
¿Qué hace el PVC a nuestros equipos?
Entrando en el caso del PVC, deberíamos de saber que este es un material altamente corrosivo por el ácido clorhídrico (HCL) que emite y que en función de la fórmula utilizada puede existir un alto desgaste por fricción en el equipo. Por ejemplo existen diferentes tipos de cargas minerales empleadas para dar al PVC estructura, ductilidad y reducción de costos, donde la dureza y el tamaño de partícula juegan un papel importante sobre el desgaste de la maquinaria.
En una fórmula de PVC rígido para tubería sanitaria, normalmente el espacio existente entre el husillo y el cañón dentro la extrusora se va haciendo más amplio con el paso del tiempo, lo que dificulta una buena fusión del material. Al no contar con los equipos para PVC en correctas condiciones, la empresa debe reforzar la fórmula con lubricantes que ayuden a mejorar la fusión pero que a su vez aumentan los costos de su formulación. Seguramente sería de interés para el gerente de producción tener la comparación entre un mantenimiento mayor en forma periódica contra los costos adicionales por ajustes de formulación.
Claro que existen trucos para que el problema anterior disminuya en la medida posible. Algunas veces es común ver que los clientes bajen la velocidad de extrusión para subir el tiempo de residencia de la masa en el equipo. También es común la colocación de mallas para compensar la compresión requerida en el proceso.
Otro caso muy común es que los equipos de inyección y/o extrusión no cuentan con amperímetros o pirómetros que sirvan de guía al operador para asegurarse que se encuentra trabajando dentro de los parámetros ideales. Esto además de complicarle la tarea al personal operativo, pues provoca paros de máquina frecuentes y requiere estar ajustando las condiciones de proceso, aumenta considerablemente la merma de proceso.
Para empeorar la situación, muchas empresas adquieren equipos usados y además se siguen estas malas prácticas que sólo complican la operación. Adicionalmente el no realizar un correcto mantenimiento a fondo, representa la posibilidad de que haya vicios ocultos de los que ni siquiera la empresa tiene conocimiento.
En resumen podemos recomendar generar un programa preventivo de mantenimiento de sus equipos para PVC e identificar las reparaciones no anticipadas para reforzar este punto. Esto a su vez contribuirá con reducción de costos ocultos y mejorará la rentabilidad de su operación.
En Chemical Additives nuestros técnicos sugieren hacer pruebas presenciales con nuestros clientes para anticipar cualquier situación de este tipo, poderlo comunicar y así ofrecer un producto que se adapte a sus necesidades y su proceso.
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Chemical Additives S.A. de C.V.